Veo gigantes y son molinos.

Cada vez estoy más seguro, veo gigantes. Veo que Pontevedra atraviesa una situación alarmante. La política ha tocado fondo, ya tenemos otro nuevo caso en los juzgados. Nos piden que lo digamos claro ¡estamos hartos! PONTEVEDRA no merece a estos irresponsables. Quiero ser respetuoso, pero contundente. No nos representan, solo se preocupan de los intereses de sus partidos y de los egoísmos personales.

Tenemos un gobierno bipartito, y claro, cada uno a lo suyo. A unos no les gusta lo que hacen los otros pero todo se calla. La cosa ya estuvo varias veces apunto de estallar. Gobiernan para la foto, solo quieren prensa. Hacen una zona de juego infantil, sin pensar en los niños y sin pensar en los padres. Lo importante es que quede bien para el folletito. Así con todo. En los grandes problemas estructurales de la ciudad, gobierno y oposición solo buscan la confrontación. Peleítas de niños pequeños, no vamos a ninguna parte. La decadencia esta llamando a la puerta y se la abren de par en par. No tenemos horizonte, el futuro es incierto, esto se pone muy muy negro.

Estoy sacando conclusiones de los comentarios que recibo en este blog y también de otros blogs muy implicados con Pontevedra. Uno de los más veteranos me pide que como aspirante a la alcaldía adopte posicionamientos concretos y habla de réditos políticos. Puede que algún día tenga que contar las veces que me ofrecieron ir en puestos de salida en listas municipales. Nuestras únicas aspiraciones son poder decirles que no se puede seguir así, que PONTEVEDRA ES LO PRIMERO. Ellos, unos y otros, solo están al servicio del partido, de espalda al ciudadano. Nuestras posiciones ya están bien claras, que nadie espere que hagamos nosotros el trabajo de una oposición que lo tiene bastante fácil, pero que le gusta más la política millonaria que los problemas diarios de los vecinos. Este blogero califica de tropelía como quedará la fachada marítima y me pide implicación. Claro que me parece una aberración, el actual enlace de celulosas debe ser trasladado hacia el interior. Pero también me parece una aberración que un profesional como él, tenga que abandonar Pontevedra y ejercer su trabajo a miles de kilómetros. Una aberración es, que con su valía no se le concediera mayor protagonismo dentro de su partido. Una aberración es, que el alcalde de Sanxenxo venga de veraneo a Pontevedra, pero si es al revés, los de Pontevedra veranean en Sanxenxo… Hay tantas aberraciones ¡Veis como veo gigantes! Me dicen que son molinos, que es normal que el alcalde de San José de la Mariquina se presente en Valdivia.

Me gusta el deporte, admiro las competiciones duras, esos triatlones en los que hay que correr 80 kilómetros y más de la mitad de los participantes los realizan andando. No importan los tiempos, lo importante es el objetivo, acabar la prueba. Yo quiero ser alcalde, o concejal, o intentarlo. Y si molesto, mejor. ¡Nos ladran Sancho, señal que cabalgamos!