San Miguel de Marcón. Rural.

Estuvimos en Marcón reunidos con los vecinos de la asociación San Miguel. Conocimos las inquietudes y necesidades de la parroquia, fue una de esas reuniones en las que notas cercanía desde el primer momento, en la que te dedicas escuchar y a repetirte hacía tus adentros “que razón tienen”. Cuando te toca hablar solo puedes repetirlo, pero para afuera. Vivimos en el centro, muy de espaldas hacia nuestros vecinos y como ellos dicen, parece que sólo valen para pagar impuestos.

No hace falta decir que a Marcón lo ha premiado la naturaleza. El monte da Fracha, junto con el Acival y el Castrove, limitan según Sarmiento, “una Pontevedra sólo comparable con el paraíso”.  Es la protección de los espacios naturales, una necesidad. Los ríos Pintos y Valladares, y  el Monte da Fracha, requieren un tratamiento especial, las posibilidades que ofrece el entorno merecen ser tenidas en cuenta.

Los de San Miguel de Marcón, tienen las cosas muy claras, las obras que supongan progreso y desarrollo, serán bien acogidas. Para que os hagáis una idea de como nos trataron,  al finalizar la reunión nos invitaron a un Furancho donde conocimos el país( blanco). Me quedo con un recuerdo muy entrañable, pues hacía 25 años que no veía al Sr. Vigo, un zapatero jubilado que tenía el taller en la calle San Telmo y le arregaba los zapatos a mi abuelo. Para anécdota, cuando nos despedimos les comentamos que el entorno donde había sido la reunión, cerca del cementerio a lado de la iglesia, era precioso y que la casa donde nos reunimos  estaba muy coqueta. Nos respondieron que el campanario precisa restauración y que el lugar de la reunión era... la antigua sala de autopsias...

Los problemas del Rural

¿Por qué se habla de modelo de ciudad y no de modelo de municipio o de concello?

Los expertos resumían los problemas del rural con “la triple A”, asfalto, agua y alumbrado. Pero los tiempos han cambiado. La primera impresión es que nuestros vecinos del rural son muy felices en muchos aspectos. En la mayoría de los casos viven en un entorno precioso y dan bastante envidia sana. Pero el grave problema que tienen es cuando quieren venir a SU ciudad, ni les dejamos entrar(atascos) y les cobramos por venir(parking) Contaban en Marcón que llegan antes a la Plaza de Marín que a la de Pontevedra. Los tenemos aislados y comparten con los vecinos del centro, que lo atascos, estan arruinando a Pontevedra.

Además, dos asuntos preocupan especialmente. Los caballos salvajes y jabalíes se convierten en serio peligro para la circulación aparte de los importantes destrozos que realizan en fincas y propiedades. Ganado mostrenco . La otra cuestión, la mas olvidada, y que se encargan de ocultar desde el Concello es la inseguridad. No existe presencia policial y cada vez son mas los robos en las viviendas, una autentica oleada en el rural pontevedrés y que el Concello no trata como debiera.

Los principales problemas del rural se pueden arreglar con un poco de voluntad. Pero parece ser que importa más la Michelena que Marcón.