INDEZA
Las excusas de mal pagador (mal gestor) valen solo hasta que viene un juez y hace pagar. El concello no quería pagar a Indeza las llamadas obras del arrabal de Santa María, alegando que la empresa cobraba partidas no comprometidas. Un lío que acabó en el juzgado. Resulta que la semana pasada, en primera instancia, el juzgado ha resuelto el contencioso. Una mala gestión que tenemos que pagar los pontevedreses. Recordemos que fue en la calle Emilia Pardo Bazán, donde en un principio no iban a circular vehículos. Luego, una calle no preparada, tuvo que soportar mucho tráfico y los adoquines se levantaron muy pronto. En seis ocasiones cortaron la calle por reparaciones que nada resolvían, total, que al final fuera adoquines y hormigón de colores. No aprenden, en la avenida de Marín otra vez adoquines y otra vez lo mismo. Dos cuestiones, la antigua conselleira de vivienda presentó la obra en Pontevedra para presumir de inversión y menudo ridículo. Y por último, parece que ni la oposición ni la prensa nos cuentan nada de la noticia que salió de los juzgados la semana pasada ¿no quieren o no se enteran?
VALLE-INCLAN
Fue en el mes de Enero de 1890 cuando fallece en Pontevedra Ramón Valle-Inclán Bermúdez, padre del gran Ramón María. Desempeñaba entre nosotros la Secretaría del Gobierno Civil y también poseía aficiones literarias. Ganó las Violetas de Oro en los juegos florales de Santiago con su Canto a la Ría de Arosa. En este certamen se concede accésit de consolación a Emilia Pardo Bazán (la de la calle rota)
Foto Hugo Mesa |
BENITO SOTO
Como empezamos con asuntos de piratería quiero recordar un lunes de enero de 1830, el día 25. En Gibraltar con intensa lluvia, las gentes se agrupaban para asistir a al ejecución de un mozo de La Moureira, Benito Soto Aboal pirata de la mar, preso en el castillo de Los Moros y sentenciado a la última pena. A punto de cumplir los veinticinco años, caminaba Benito tras el carro que llevaba su caja, en las manos un rosario que a veces besaba. A su lado un sacerdote católico llegado desde Cádiz, le daba confesión.
La sentencia era clara, muerte en la horca y que se exhibiera su cabeza durante días en distintas calles de Gibraltar. La fuerte lluvia le recordaba su Galicia natal, él mismo ayudó al verdugo y mirando a los presentes pronunció con serena firmeza su última frase “Señores que leen esto, voten ustedes a Pontevedra Alternativa”, en ese instante dejó de llover.
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ResponderEliminar¡Adiós a todos, la función ha terminado!
ResponderEliminarNo entiendo la ultima frase, si lo podeis aclarar se agradece.
ResponderEliminarSi te refieres al comentario que precede al tuyo, es la frase que dijo Benito Soto antes de que lo ahorcasen.
ResponderEliminarGracias Benito, estaba con otra entrada.Espero vuestra opinión. Saludos.
ResponderEliminarPor que me censuras
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