"EN MI MOLESTA OPINION"

OPINION Y CULTURA, HISTORIA, TRADICION, ALGO DE POLITICA... PARRAFADAS...







martes, 9 de octubre de 2012

Selección española de fútbol, selección canalla.

En plena campaña de las autonómicas 2012, comprobando que la política es un coñazo, voy a tocar un tema ocurrido hace un mes, y es que si callo reviento. No me meteré con el desfase de un estadio triplicado en presupuesto y en plazo de entrega. Ni con el caos organizativo en entradas para el partido y el entrenamiento. Tampoco con las 4.000 entradas de valvulina en un estadio para 11.000 personas. Esos temas y otros darían mucho que hablar, hoy sólo quiero desahogar, en un tema más sentimental que otra cosa, algo que me parece verdaderamente inconcebible y que por más que le busco explicación no la encuentro.

Resulta que somos muchos los que no podemos entender la actitud de nuestra selección. No opino de lo ocurrido en Peinador el día de su llegada. Y tampoco me meto con que si los jugadores fueron de Santiago a Vigo en furgonetas de la federación para tomar unas copas. Yo voy a hablar de lo que vi y de lo que esperaba ver.

Yo esperaba ver a mi selección, la mejor de todos los tiempos, esperaba poder ofrecerle el más caluroso de los aplausos, darle muestras de cariño y gratitud por la inmensa felicidad que me hicieron sentir. Esperaba lo que esperábamos todos, disfrutar de la cercanía de un grupo humano que juega al futbol como los ángeles. Esperaba vivir un momento histórico con la alegría de campeón mundial. No, no fue posible, los jugadores de la selección deben guardar las sonrisas para los anuncios de yogures. El día del entrenamiento cuando el autobús se acercaba al estadio los aficionados en las cercanías aplaudíamos y saludábamos con entusiasmo, nos quedamos tiesos al ver que ni saludaban y algunos corrían las cortinas. También después, entrenando, mostraron una actitud difícil de entender, una frialdad y una falta de sensibilidad que rozaba el desprecio. Nuestro estadio lleno de niños venidos de toda la provincia y los jugadores se portaron como una pandilla de sobraos.

El único que cumplió
Ya en el partido, el juego nos hizo olvidar, pero tampoco esperábamos lo que ocurrió al finalizar el encuentro. Los aficionados deseábamos dar el aplauso final a nuestro equipo. El siete de septiembre la selección española de futbol goleo a Arabia Saudita y se retiro a la carrera. Hubo abuelos que hicieron horas de taquilla por una entrada para su nieto. Hubo niños que rompieron la hucha para poder cumplir su sueño. Alguien debería orientar el comportamiento de estos canallas, verdaderos canallas. Los aficionados se apuntaron a un día de fiesta y los jugadores no estuvieron a la altura. Se puede valorar un poco lo que aquí os cuento y habrá opiniones para todos los gustos. Lo que tengo muy claro es que quedarse en el campo a saludar, a agradecer el apoyo, a recibir la ovación…es obligatorio. Marcharse a la carrera sin saludar es una canallada. Los pre-benjamines, esos niños que rompieron la hucha o que fueron con la entrada del abuelo, lo hacen en todos los partidos, ganen o pierdan, fuera o en casa.

He dejado pasar un mes para enfriar mi decepción y no usar otros descalificativos, que en mi opinión bien se merecen. Los que manejan el “cotarro” deberían corregir un comportamiento tan incomprensible como inadmisible.

Yo me quedo con la pena de haber traicionado a mis colores, por los de unos impresentables que me tenían engañado. Jamás volveré a Pasarón con otra camiseta que no sea la de mi Pontevedriña del alma. Lo juro.