"EN MI MOLESTA OPINION"

OPINION Y CULTURA, HISTORIA, TRADICION, ALGO DE POLITICA... PARRAFADAS...







martes, 20 de noviembre de 2012

Milikiño!

Uno de los primeros sueños cumplidos de la infancia, fue que me llevaran al pabellón a ver a los payasos de la tele, allá por los setenta. Nos sabíamos todas las canciones, las que nos cantaban en el coche cuando íbamos a la playa. Con el tiempo, Miliki no nos olvidó y se acordó de sus niños de treinta años, el disco que se pone para los niños porque le gusta a los padres.  Unos carnavales no sé que premio nos dieron por ir en el desfile de Los Payasos de la Tele, pero sí recuerdo que fue el año que mejor lo pasamos.
 Este verano, el disco de Miliki y su tabla de multiplicar no salieron del coche, otra vez en los viajes a la playa. Bueno, y para abrir el baile, el día más feliz de mi vida, también estaba Miliki.  En mi boda no hubo vals, nos fuimos a “navegar sin temor, por el mar es lo mejor, no hay razón para echarse a temblar…  http://www.youtube.com/watch?v=-0IBWM-6hiU

Os dejo la esquela en la que nos pide una sonrisa...yo te doy una carcajada.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Odio a Jabois.

Sí, en serio. No es un titular sin más. Odio a Manuel Jabois. Pensaréis que es la envidia del que le cuesta reconocer el talento, que va, soy su primer admirador. Reconozco el talento cuando fluye desbordando a raudales, cuan río caudaloso descendente de las verdes y gélidas montañas, una tarde de primavera con el brillante sol reflejado en el lomo de un hermoso corcel…

Yo empecé a leer los artículos de Jabois haciendo esfuerzos para acabar alguno, solía plantar al llegar a ese montón de tonterías varias, bueno ya sabéis, historias de mamadas y cocaína, maricones y putas…pajas en los baños y meadas en el cajón de las bragas.

Hasta ahí, yo plantaba y punto. Pero sucedió que en el XXX aniversario del colegio de Campolongo publicó una columnita que me pareció un poco odiosa. Yo empecé en el colegio el año que se inauguró, le tenía tanto cariño que para alargar mi estancia repetí dos cursos. Luego de paso por el instituto y después a una escuela privada a comprar un título superior que tengo por ahí perdido. Estudiar en el Campolongo, es lo mejor de mi currículum. Jabois también estudió en el Campolongo, y escribió un artículo que me pillo a contra pie. Hubo unos actos en el colegio con exposiciones y esas cosas, jornadas de puertas abiertas y comida de antiguos alumnos. Fue un encuentro entrañable, con esos compañeros que no ves desde que te levantabas a la papelera con el afila-lápiz para hablar con la guapa. Encuentro también, con aquellos maestros que nunca sabían encender el proyector de diapositivas. Al día siguiente lo de Jabois me pareció una pifia, con la cantidad de vivencias entrañables que se podían contar. Además muchos hemos vivido de cerca las desgracias de algún compañero y pienso que no era para contarlo así. Claro que cada uno lo cuenta como quiere... y el que lo lee también puede decir “odio a este pavo”.

El joven aprendiz de escritor seguía con sus artículos “Jaboisianos”, frutos de la inspiración de la resaca. Los domingos al vermut, lo veía en el portal del piso que tenía en la Verdura, ni él sabía si se acababa de levantar o aún venía de fiesta. La sensación es indescriptible ¿que se echa más de menos? ¿Salir de fiesta y llegar a casa a las dos, o poder dormir un domingo hasta las dos? Al tiempo averigüe que si la camisa estaba muy arrugada salía y si tenía menos arrugas, es que regresaba.

Jabois patinó de nuevo cuando se atrevió con El Camilo. ¡Como me dolió aquel artículo! Don Camilo daba lengua en el Campolongo, pero en realidad era un MAESTRO DE LITERATURA. Yo fui un alumno raro, en mi época los “trastes” repetíamos octavo y yo lo aprobé todo en junio, entre otras cosas gracias a las lecciones magistrales de don Camilo. Aparte de inculcar el amor a los libros, despertaba el interés más allá de los temas de turno. Leíamos en clase la poesía de San Juan de la Cruz, la obra medieval del Arcipreste de Hita… se recreaba con los grandes clásicos, y casi nos aprendimos de memoria La Celestina. Don Camilo, ya nos enseñaba técnicas de memoria, un día nos dio un indicador para recordar alguna obra. Nos dijo, todos sabemos el comienzo del Quijote pero nadie sabe como termina. Nos recordaba la última palabra de cada libro, el Quijote “vale”. La biblia “Amén”. La Ilíada “caballos”… D. Camilo era un bendito, un buenazo del que cada uno se quedó con lo que quiso. Sembró en muchos el amor a los libros. Jabois escribió un artículo que convirtió mi odio en eterno, creo que cada uno puede escribir lo que quiere... y el que lo lee puede odiar dos veces al mismo pavo, creo.

Un día en la Feira Franca, llegó Jabois a una plaza y una chicas dijeron: “mirar es Jabois el escritor” .Yo estaba con unas señoras que exclamaron: “pero si es Manolito el de Sanjenjo”. Allí estuvo un rato charlando con aquellas vecinas de la infancia, y nos mostró su lado más cercano. Bastante agradable, hablando de las cosas del pueblo. Luego volvió al jaleo de la fiesta medieval, al día siguiente, escribió que “lo habían echado de aquel siglo”. Lo echaron por Jabois no por Manolito.

Sin ser familiar, ni amigo, yo fui a comprar su primera novela (veran) y antes de comenzar a leerla, él ya renegaba de ella. Reconozco que en mi periplo político, con motivo de la campaña municipal, Jabois fue el que mejor me trató y eso ablanda mi odio pero no lo elimina. Además era fácil tratarme bien porque algunos se lucieron y me hicieron recordar esa histórica frase de Jesús Gil: “no todos, no todos los periodistas son unos hijos de puta”. Jabois tuvo unos encuentros culinarios durante la campaña, iba de papada con los candidatos y a mí también me otorgó el placer de compartir mantel. Una comida entre candidato y periodista, mi jefe de campaña llevaba bien estructurada la estrategia. Un botellín en la Navarra, unas tapas en la de Félix y luego unos gin tonics en el Carabela. Tenía previsto morderle el cuello y decirle te odio pavo, te odio. No era plan atragantarse con los calamares, yo quería una comida cordial y en la sobremesa poner el punto sobre la “i” de Don Camilo. Nunca hubo sobremesa, se retiró con prisa por cosas del trabajo. Yo me quedé con las ganas, con la impresión de que es demasiado tímido y que se esconde detrás de la pluma. Me recordó a aquel Manolito que dió el pregón de las fiestas de su pueblo, muy emocionado, recordando a su abuelo.
Manolito el de Sanxenxo

Jabois ganó el premio Julio Camba que otorga el Diario de Pontevedra. En su caso, tiene el mismo mérito que si la empanada de Acuña se la lleva el novio de la hija de la encargada. Este sobrevalorado escritor sufrió el proceso al revés, primero obtuvo el reconocimiento y luego superó las expectativas. Cuando Ernest Hemingway recogió el premio nobel tras publicar el “Viejo y el mar” (leones), dijo que pensaba que se lo daban por que era su primera obra sin tacos. Yo, sé que me van a matar por esto, pero confieso que soy más de Ramón Rozas y su quijotesca lucha divulgadora por sacar de los especiales las páginas del arte y la cultura. Del insaciable Acevedo que se come unas olimpiadas a 8 páginas diarias, y cada cual mejor. De Santy Mosteiro que ve el mundo con nuestros mismos ojos, nuestras mismas sensaciones, la verdadera realidad de la calle… para mí hay tantos Jabois!

Jabois, escribe en El Mundo, el mundo al revés que decimos muchos. Jabois en el Mundo, manda güevos! Ya hay que ser bueno para trabajar para Pedro José, que dice la Ser. Manolito el de Sanxenxo, se va a las tertulias de la radio y me encanta escuchar como le hacen la rosca alguno de los que él puso con el culo  aire. Lo que ocurre, es que Jabo el don divino lo recibió para la escritura, de palabra pierde mucho. Últimamente suaviza mi odio con las entrevistas recuperadas de Curro Volta. Y un día recomendó uno de mis libros de cabecera, que releo todos los veranos, la vida de Juan Belmonte (mañana) de Chaves Nogales, algo sabe.

Ahora Jabois, va a dar charlas a jóvenes periodistas, les cuenta que su universidad fue un periódico y les enseña medio huevo asomando de la bragueta. Valle, Camba y Jabois o también Umbral, Suso de Toro y Jabois. Son frases que suenan mucho, no puedo dejar de pensar que los primeros no leyeron a Valle ni a Camba…y que los segundos no leyeron a Jabois…

En una tertulia cafetera, hablé del tema con el escritor gallego “mais leído do mundo” Manel Loureiro, pensó que yo bromeaba y le dejé bien claro que podría perdonar lo de Campolongo pero jamás lo de D.Camilo. Aquel viejo maestro se retiró y tomaba sus vinos por la zona, paraba mucho en A Cañiza (hoy el Que). Allí, entre chiquitas de ribeiro, me contaba cómo seguir amando a los libros más allá de la escuela. Muchas charlas sobre Quevedo o Lope de Vega a pie de barra, y había que ver como sacaba pecho para decir de Lope de Vega “El Fénix de los Ingenios”…me dan ganas de acabar gritando VIVA DON CAMILO!

Acabo, acabo! Voy a dejar una clasificación de los admiradores de Jabois, se dividen en dos grupos. Están los que cuando Jabo pone e facebook “me acabo de echar un pedo”, le dan corriendo al me gusta y añaden grande, grande! Y en el otro grupo están los que añaden brillante, brillante! El propio Jabois es consciente de todo el “mamoneo” que existe entorno a él, yo me escarallo. También me escarallo, con los que pensáis que no sé que el Premio Julio Camba lo otorga una entidad bancaria decadente y con una especie de lampreas que se llaman directivos... y no el Diario…sólo quería !empanada de Acuña¡

La semana pasada me compré el muy interesante ¿y sabéis quien aparece como pluma invitada? Sí, el chico de Apuntes en sucio, sigue triunfando. Ojalá que disfrute larga vida de las mieles del triunfo. Pues eso, que odio a Jabois... yo te soy más de Manolito.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Pontevedra en portada

Probablemente para muchos este asunto carezca de importancia. Creemos que es digno destacar ya que Pontevedra ha sido portada a nivel nacional en una revista especializada en historia.

Se trata de una pieza de piedra que recordamos en el exterior del museo, cerca de los cañones navales en la calle Flórez. Resulta muy agradable encontrarse en una librería o kiosco a este guerrero “pontevedrés” en primera plana, y más sabiendo que lo ven en toda España. A uno, estas cosas, le llena de “orgullo y satisfacción”. Por eso os lo quiero contar, ya que creo que ha tenido poca repercusión.


Aunque tengo la revista, consulté a un maestro en Pontevedreología experto en estos temas. Quería, sobre todo, que me precisara si se trataba de una representación de nuestro fundador, el mitológico Teucro. Copio y pego con agradecimiento, los datos que a modo de comentario, me envió Leoncio Feijoo.

En la actualidad se encuentra en la exposición "Gallaecia Petrae" en la célebre Ciudad de la Cultura.

Es una obra de Narciso Pérez Rey, escultor de Cambados (1904-1930) del que se conservan pocas obras. Esta es de 1928.

"Guerrero Celta, de Narciso Pérez Rey. Del escultor Narciso Pérez Rey, natural de Cambados, cuna de artistas como Leiro, Manolo Paz o Asorey, se conserva poca obra por su prematura muerte. No obstante, ha ejercido, según los comisarios de la exposición, una gran influencia en el ´imaginario estético y emocional´ de los escultores gallegos de varias generaciones, sobre todo su pieza ´Guerrero celta´, que es ya, dice Fernández-Cid, ´un clásico de excelencia´. "

También es autor Narciso Pérez de un "San Ero da Armenteira", ubicado en el Museo de Pontevedra. Ultimamente nuestro "Guerrero Celta" ya se cobijaba bajo cubierto en las nuevas salas del museo.

Pero eso más que un "Teucro" es un "Guerrero Celta", lo que viene a engrosar más si cabe la nómina de personajes mitológicos de la ciudad.

martes, 9 de octubre de 2012

Selección española de fútbol, selección canalla.

En plena campaña de las autonómicas 2012, comprobando que la política es un coñazo, voy a tocar un tema ocurrido hace un mes, y es que si callo reviento. No me meteré con el desfase de un estadio triplicado en presupuesto y en plazo de entrega. Ni con el caos organizativo en entradas para el partido y el entrenamiento. Tampoco con las 4.000 entradas de valvulina en un estadio para 11.000 personas. Esos temas y otros darían mucho que hablar, hoy sólo quiero desahogar, en un tema más sentimental que otra cosa, algo que me parece verdaderamente inconcebible y que por más que le busco explicación no la encuentro.

Resulta que somos muchos los que no podemos entender la actitud de nuestra selección. No opino de lo ocurrido en Peinador el día de su llegada. Y tampoco me meto con que si los jugadores fueron de Santiago a Vigo en furgonetas de la federación para tomar unas copas. Yo voy a hablar de lo que vi y de lo que esperaba ver.

Yo esperaba ver a mi selección, la mejor de todos los tiempos, esperaba poder ofrecerle el más caluroso de los aplausos, darle muestras de cariño y gratitud por la inmensa felicidad que me hicieron sentir. Esperaba lo que esperábamos todos, disfrutar de la cercanía de un grupo humano que juega al futbol como los ángeles. Esperaba vivir un momento histórico con la alegría de campeón mundial. No, no fue posible, los jugadores de la selección deben guardar las sonrisas para los anuncios de yogures. El día del entrenamiento cuando el autobús se acercaba al estadio los aficionados en las cercanías aplaudíamos y saludábamos con entusiasmo, nos quedamos tiesos al ver que ni saludaban y algunos corrían las cortinas. También después, entrenando, mostraron una actitud difícil de entender, una frialdad y una falta de sensibilidad que rozaba el desprecio. Nuestro estadio lleno de niños venidos de toda la provincia y los jugadores se portaron como una pandilla de sobraos.

El único que cumplió
Ya en el partido, el juego nos hizo olvidar, pero tampoco esperábamos lo que ocurrió al finalizar el encuentro. Los aficionados deseábamos dar el aplauso final a nuestro equipo. El siete de septiembre la selección española de futbol goleo a Arabia Saudita y se retiro a la carrera. Hubo abuelos que hicieron horas de taquilla por una entrada para su nieto. Hubo niños que rompieron la hucha para poder cumplir su sueño. Alguien debería orientar el comportamiento de estos canallas, verdaderos canallas. Los aficionados se apuntaron a un día de fiesta y los jugadores no estuvieron a la altura. Se puede valorar un poco lo que aquí os cuento y habrá opiniones para todos los gustos. Lo que tengo muy claro es que quedarse en el campo a saludar, a agradecer el apoyo, a recibir la ovación…es obligatorio. Marcharse a la carrera sin saludar es una canallada. Los pre-benjamines, esos niños que rompieron la hucha o que fueron con la entrada del abuelo, lo hacen en todos los partidos, ganen o pierdan, fuera o en casa.

He dejado pasar un mes para enfriar mi decepción y no usar otros descalificativos, que en mi opinión bien se merecen. Los que manejan el “cotarro” deberían corregir un comportamiento tan incomprensible como inadmisible.

Yo me quedo con la pena de haber traicionado a mis colores, por los de unos impresentables que me tenían engañado. Jamás volveré a Pasarón con otra camiseta que no sea la de mi Pontevedriña del alma. Lo juro.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Iker Casillas vuelve a Pontevedra, gracias y sobre todo perdona campeón.

Tampoco me voy a poner aquí a precisar mucho en fechas, lo cierto es que Iker Casillas ya jugó en Pasarón hace unos cuantos años, él tendría 16 o 17…echar vosotros la cuenta.

El Pontevedra C.F. se enfrentaba al Real Madrid C, creo que pocas temporadas jugamos con el “C”. Da igual no quiero hablar de eso, es un trauma que me persigue, cuesta asimilar que el equipo de tus amores se enfrente a un segundo filial. ¿Cómo explica un padre a sus hijos que jugamos con el real Madrid C? En mi caso no se creen eso de…estamos cogiendo impulso para tomar Europa…

El asunto es que jugamos con el Real Madrid C y aquel equipo de adolescentes alineaba a un portero con carita de niño bueno, lo de menos es el resultado (ni me acuerdo). Al poco tiempo todos conocimos la noticia de que un joven portero de la cantera madrileña era convocado a un partido de la Champion, para hacer de suplente del primer equipo. Los directivos llamaron al director del colegio para que le comunicase a aquel menor de edad, con carita de niño bueno, que se iba a Noruega convocado. Al año siguiente debutó con el primer equipo en San Mamés. Fernando Hierro, la locomotora humana, era el capitán madridista y se transformó en un tierno protector, realizó todos los saques de puerta para que el muchacho tuviera menos responsabilidad.


Ese adolescente de la carita de niño bueno, se convirtió en el portero más joven en ganar una Champion, el primero en ser declarado cuatro años el mejor portero del mundo, dos eurocopas, mundial etc, etc.

Iker Casillas vuelve hoy a Pasarón con nuestra selección, la campeona del mundo. Es muy posible que ese mozalbete de la carita de niño bueno no se haya olvidado de aquel día. Aquel día, aquel asqueroso día, en la grada de Norte de nuestro viejo estadio, dos papaconas de esos que se dicen aficionados insultaron y escupieron al portero. La saliva le caía por la cara, por esa carita de niño bueno. Aquellos papaconas, que no tenían ni media hostia, escupieron a un chiquillo sólo porque era el portero del equipo contrario. Entonces, pocos íbamos al futbol, pero los que estábamos en Norte les dijimos a esos tipos que dejaran de increpar al portero. Esa fue una de las primeras hazañas de Iker, saber aguantar a los túzaros que se iba a encontrar por el mundo adelante.

Hoy Iker vuelve a Pontevedra, seguramente no sabe que uno de esos papaconas que le escupió aquel día, al poco tiempo estaba en la fuente del ayuntamiento con la camiseta del Real Madrid celebrando la copa de Europa que había ganado Iker Casillas, el mejor portero del mundo.

El fútbol está lleno de gente que tiene la misma conciencia que un buzón de correos, Me gusta Iniesta, Xaxi, Iker ¡Tonino!… y aplaudir cuando se tira el balón fuera. Me quito una espinita con estas letras al darle las gracias a Iker Casillas, por no saltar a la grada y forrar a esos papaconas, por tus triunfos y por volver a Pontevedra.

Querido Iker, cuando aprendes el significado de la palabra papacona, empiezas a ver papaconas por todos lados, así que no te mates. Gracias y perdona, carita de niño bueno.

domingo, 18 de marzo de 2012

Cuatro años sin John Balan. Vivencias con un hombre bueno.

Conocí a Balan, como se conoce a los grandes artistas. De pasarme la infancia escuchando hablar de sus andanzas. Luego en la tele, con ese mítico programa de vivir cada día, donde nos deja unas frases memorables. Aquel hombre campechano, sobrevolando Washington en helicóptero, dejó marcados a todos los espectadores de España que ya sabían que John era el famoso “Hombre Orquesta” del Programa de José María Iñigo.

Mi relación con John comienza en el año 93 cuando lo contrato para actuar en el Xacopeo. Nos fuimos a buscar una puerta, teníais que ver como las probaba, les daba un toque y decía: “esta no que está desafinada” Paseamos por toda Pontevedra con la puerta sobre la baca de mi Ford fiesta, yo pitaba a todos los conocidos que al ver a John, y la puerta, no se lo podían creer. De esas actuaciones nació una intima relación. Siempre tuvo éxito en el Xacopeo, le encantaba charlar con el público joven. Al acabar el Show, lo llevaba a su casa de Seijo y en el coche seguía contando aventuras. Había peleas entre mis amigos para acompañarnos en esos viajes. También actuó en el Toro, tenía gran habilidad para crear frases fantásticas. Del Xacopeo decía que estaba en la calle Escarmiento y del Toro que estaba en la Fuente de los Transtornos (Sabemos que era la calle Sarmiento y la Fuente de los Tornos)


El año que el celta jugó la final de la copa del rey en Madrid contra el Zaragoza, en el Xacopeo llenamos un autobus, invitamos a John. En Benavente teníamos concertada la comida todos los autobuses, al entrar John Balan en aquel comedor cientos de paisanos se pusieron de pie y unos gaiteiros empezaron a tocar el himno gallego, fue muy emocionante. También en el Vicente Calderón la presencia de John animaba a toda la grada. Durante el viaje cada 100kn cogía el micrófono y nos contaba una película, en aquel autobús no funcionó el video…

A veces John me venía a buscar y tomábamos algo en el Carabela o Saboy. En una ocasión operaron a mi padre y desde entonces siempre, siempre, me preguntó como estaba. En las últimas visitas de John a Pontevedra se pasaba por el Román y aún amenizo el café en alguna que otra comida.

El grupo los “Chichisos”, su inseparable Vladimir y otros amigos le organizaron un homenaje en el teatro principal. Julio Santos Pena, Torrado, Manolo Ruibal, Antón Sobral y otros estaban allí para hablar un poco de las bondades de John. A mí también me invitaron a decir unas palabras y conté esto que os estoy contando, con una gratitud y un cariño enorme. John me ayudó mucho y me enseñó más. Vivió la vida que soñó, un mundo de fantasía del que todos escapamos por falsas apariencias. John fue feliz y me enseñó a ser felicidad. No quería tener, quería ser.

Recuerdo la primera actuación en el Xacopeo. Preparé unos carteles con su foto y la frase “El último cow-boy”, me dijo mejor pon “El mayor comedor de fanecas del mundo”. En el homenaje del teatro principal Manolo Ruibal nos dio una lección a todos y a mí me caló hondo. Nos dijo: “John está en el asilo, John está solo, no podemos llenar un teatro un día y luego olvidarlo. Por favor tenemos que visitar a John Balan”. Las primeras visitas las hice con Vladimir pero después ya iba solo. Le preguntaba que necesitaba y respondía “con que vengas me llega”

Un día del Padre, hace cuatro años, me llamaron del diario para decirme que había fallecido, querían mi impresión, sólo pude decir eso, “que me ayudó mucho y me enseñó mucho”.

Cuando entré en aquel comedor de Benavente junto a John, yo iba presumiendo de que era su amigo, me di cuenta de mi tontería, John era amigo de todos. Todos le querían. Es difícil escribir de John sin hacer un recorrido por su vida pintoresca, sus mitiquísimas películas o sus frases magistrales. En internet tenemos videos y reportajes de sus hazañas. Hoy sólo quería recordar mis vivencias con un hombre bueno, una bondad imposible de entender si dentro de ti no hay un soñador. Recuerdo con emoción su saludo cuando nos encontrábamos, pasaba la mano despacito por mi cara y me decía “Petetiño”. El último cow-boy, disparaba caricias.

lunes, 12 de marzo de 2012

"Trouladas de carnaval"

Hay temas. Se ha renunciado a un plan urbanístico, después de once años no se ponen de acuerdo en cómo abrir una guardería, cierra la televisión local y realmente, la actualidad de la ciudad da para mucho (sin olvidar la penosa situación del club de nuestros amores) No quiero dejar de hacer un repaso a los carnavales. Felicitar por esos avances con alegría por los resultados, es un reconocimiento para los que dan pasos después de tanto tiempo de inmovilismo.

Llevamos muchos años hablando de cambiar fechas y añadir contenido. El entierro en sábado desde el pasado año y la fiesta pirata que acabamos de disfrutar, demuestran que muchos teníamos razón en nuestras propuestas.

Conviene revisar el planteamiento de la fiesta pirata. Los locales más implicados en otros eventos no participaron por falta de información. Ellos planifican su decoración con tiempo y cuando se enteraron de la fiesta pirata ya tenían otra temática preparada, incluso contratada. No olvidemos que hay locales que son una pasada decorando. En ese sentido fue todo muy pobre, solo la calle Real aparecía decorada por iniciativa de un establecimiento. Pero lo patético fue como parece que surge y se desarrolla la Noite Pirata. En reuniones se recoge la idea de celebrar algo relacionado con Benito Soto, se levanta el teléfono, se llama a Troula (un grupo de animación) y listo. “Sí, lo hacemos, que ya tienen un espectáculo pirata”. Se pasan unos días anunciando que un barco recorrerá las calles buscando tripulación para Benito Soto. Llegada la hora se comprueba que el espectáculo, que este grupo pasea por todos los pueblos, es el mismo que venden en Pontevedra.

Un asunto disgusta y otro indigna. No han sido capaces de recrear, de adaptar el gran componente que existe alrededor de nuestro pirata. Ni se molestaron en que hubiera un Benito Soto caracterizado, ni tripulación para subir al barco de cartón piedra, que al final era de “mírame y no me toques” tirado por un citroen sin una barata tela de saco que lo tapara. Ni a los niños dejaban subir, allí, sólo un spiker que gritaba un Arriba Pontevedra fingido, como cuando el partido contra el Ceuta… Llegaron, hicieron lo mismo que hacen en todas partes, sin tener en cuenta las singularidades de nuestro pirata, de nuestro carnaval y de nuestra ciudad.

La indignación ya viene de antes, en cuanto los grupos y comparsas se enteran de que se contrata un grupo de animación teatral (de fuera de Pontevedra, desconocedor de las peculiaridades propias) para un acto de nuestro carnaval, además de indignante lo toman como un desprecio. “Carnaval de contrata” todos sabemos que la pasión el cariño y la entrega no se pueden contratar. Una empresa de pago para el carnaval con la calidad de nuestras gentes, muchos lo han tomado como un gran desacierto.

Decir también que celebraremos en el 2013 el primer centenario del El Loro más famoso del mundo, esperemos que las excepcionalidades que se quieren aplicar cuenten con rigor y con pontevedreses. No hay que romperse la cabeza, hace 100 años abrían la comitiva del entierro doce caballos…igual eran los de Campañó. No quieren caballos por seguridad, pues igual tiene más peligro los dragones y monstros echando fuego por la boca y asustando a los niños…Y es que parece que Troula está en nómina municipal. La Noite Pirata, el entierro de Ravachol y ahora, para animación de la lectura, andan por la calle unos bichos que le quitan a los niños las ganas de abrir un libro.

Hemos de reconocer lo afortunado de estos dos últimos años con cambios y novedades. Me he pasado media vida escuchando propuestas sobre carnavales y la otra media proponiéndolas. No estaría mal que esta propuesta se estudie más adelante. Una vez consolidada “La Noite Pirata” sería bueno sacarla de la semana de carnaval para crear un fin de semana pirata. Pero por favor que cuenten con los que llevan dando el callo toda la vida. Y no me cuesta acabar repitiendo con satisfacción: felicidades.