Cuando el 31 de Diciembre abrieron la Puerta Santa, pensé esto está muy verde, queda mucho por hacer. El año pasado me hice socio de los Amigos del Camiño Portugués, por admiración a ese colectivo y reconocimiento a su trabajo. En el año 1992 trabajé en la primera gran campaña promocionando el Xacobeo en la Vuelta Ciclista a España. En 1993, caminé las últimas etapas del camino francés. Luego acompañé a miles de peregrinos a Compostela como guía turístico durante nueve años en el gran resurgir de las peregrinaciones. También del camino francés, realicé a caballo unas etapas para el programa de televisión Callejeros. Aunque lo que más me gustó fue haber tirado del botafumeiro, como tiraboleiro, en cuatro ocasiones. Estos días me invitaron a realizar la etapa Pontevedra Caldas, acabé tan encantado de lo maravilloso del grupo que me incorporé para llegar con ellos a Compostela.
Al margen de toda la reconfortante experiencia, te quedas muy apenado pues no estamos dando la talla. El Pórtico de la Gloria es uno de los mayores referentes del románico mundial, tiene cientos de años, no parece serio que tenga que estar bajo un andamio en año santo. Tampoco es normal que las escaleras entre San Jerónimo y el Palacio de Rajoy estén totalmente levantadas y se acceda al Obradoiro por una plataforma metálica. Hasta 2021 no vuelve un año Santo, tiempo sobra para restauraciones y reformas.
A nivel local también existe una decepción muy grande. La señalización urbana en general deja mucho que desear, en la calle Puente tenemos un desvío provisional que, al no estar señalizado, da lugar a muchas confusiones. En el tramo de La Santiña hasta Alba realizan unas obras que dejan el camino inaccesible, hay zonas en que no pasa ni una bicicleta, no creo que en la época medieval estuviera en tan mal estado. Se debería esperar para acometer obras o hacerlas con más respeto. Echo de menos un cartel de bienvenida al entrar en el municipio. Para el peregrino hay una frase que es la más repetida a lo largo del viaje, no estaría de más un “buen camino” institucional. El mojón kilométrico de piedra en la entrada del puente del Burgo estuvo medio año tirado, después de pedir durante meses a todos los niveles que lo levantaran, tuvieron que ser los vecinos quienes a golpe de sacho, lo pusieron en pie. Existe una falta de cariño enorme, si nosotros no cuidamos lo nuestro ¿quién lo va a hacer?
Bastante salvajada fue trasladar fuera del trazado la iglesia de la Virgen del Camino y la capilla de Santiaguiño del Burgo, que vemos en una foto del año 1967. Hay mucho más, pero por hoy llega. Como también hay que recordar lo bueno, ya sabéis que el tramo por Ponte Sampaio y Canicouva, así como la salida de Alba hacia Barro son de una belleza imposible de igualar, claro que es donde menos se nota la mano del hombre. ¿Os imagináis un amigo que no volveremos a ver hasta dentro de once años? seguramente le daríamos todo nuestro cariño. Lo que no se hizo antes del 31-12-2009 demuestra la dejadez de las administraciones. Siguen con reuniones de alto nivel y la firma de convenios, no sé para qué. Otro día os contaré cuánto pesaba aquel mojón de piedra… Buen camino.