Hospital.

La actualidad manda, por eso nos vamos a posicionar en un tema que queríamos dejar aparcado, pero que la Consellería de Sanidade acaba de acelerar y cada uno tiene que estar en su sitio.

El asunto del hospital es complicado y nuestros políticos lo han complicado más. Hablan con una ligereza que asombra, hospital aquí, hospital allí, como si fuera una bicicleta. Y es que esa falta de seriedad viene de atrás, los que salieron a la calle pidiendo hospital nuevo ahora no lo quieren y los que decían que solo era posible la ampliación ahora piensan al revés. Se construyó en el Salnés un hospital político, una casa de socorro que ni quiere ni puede. Ese era el momento del gran hospital, Campañó o Curro disponían del espacio necesario y se atendería también al Salnés. Ahora ya está, pero que se sepa.

La Consellería propone un nuevo hospital, con mejoras que la ampliación de Montecelo no contempla, llevaría consigo un gran impulso económico y la creación de cientos de puestos de trabajo. En el otro lado están los que dicen que tras la gran inversión realizada sería un despilfarro abandonar Montecelo y que además el modelo de gestión del nuevo hospital roza la privatización. En medio de esa postura estamos los usuarios, los que pagamos y exigimos el mejor servicio, que no siempre recibimos. Falta concretar que pasará con Montecelo y el Hospital Provincial en caso de una nueva obra, de eso nadie ha dicho nada.

La Xunta quiere un hospital nuevo y el Concello prefiere ampliar Montecelo. Buscan apoyos y miden sus fuerzas, es muy posible que salga adelante el nuevo proyecto con la opinión en contra del Concello, esto supone trabas y falta de apoyos.

Las asociaciones vecinales son las más sensatas y exigen acuerdos urgentes, al usuario no le importan las guerras políticas, ni la ubicación, exigen un hospital rápido y operativo. El último consenso sobre el plan general fue una gran muestra de responsabilidad y una puerta abierta a la esperanza, deberían seguir por ese camino.

El nuevo hospital ofrece muchas mejoras asistenciales, para pediatría una uvi, radioterapia y hemodinámica. Muchos padres ven en estos servicios el fin de un verdadero drama. El 70% de habitaciones individuales, además de ser un motor económico necesario con posibilidades de ampliación, son argumentos muy sólidos para callar opositores y tapar despilfarros. Nuestro gobierno municipal tiene una rotunda y muy legitima postura en contra. Pero vemos que la Consellería va hacia delante por las buenas o por las malas, llegado el momento en que el nuevo hospital sea imparable nuestro Concello debería demostrar su responsabilidad, llegaría la hora de la alta política. No se puede dar un cheque en blanco pero si negociar los apoyos y participar en los proyectos, exigir el mejor hospital posible, convertir a Montecelo en un geriátrico modelo y negociar para el Hospital Provincial un destino como centro de día, ambulatorio o lo que las necesidades requieran. Sería muy perjudicial para Pontevedra que todo se decidiera sin la participación del gobierno municipal. Es una exigencia clamorosa, tienen que sacar esto adelante entre todos.

La decisión ya esta tomada, desde el Concello se debe barajar un plan “B”. Hemos meditado con profesionales de todas las opiniones, ya que se va hacer, es mejor poner condiciones que poner trabas. Esta es nuestra postura, exigimos al gobierno local que aunque no le guste se ponga al frente, desde la comisión de seguimiento luche por lo mejor para los pontevedreses. Tiene que participar y no dejar pasar la oportunidad de conseguir tres centros sanitarios de primer nivel y un gran motor económico para la comarca.